* Temperaturas en aumento: Los arces se adaptan a climas fríos y húmedos. A medida que aumentan las temperaturas, los arces se estresarán más y serán más susceptibles a plagas y enfermedades.
* Cambios en las precipitaciones: Los arces necesitan un suministro constante de agua para prosperar. Los cambios en los patrones de precipitación, como sequías más intensas o lluvias intensas, pueden dañar o matar a los arces.
* Especies invasoras: El cambio climático también está creando nuevas oportunidades para que especies invasoras, como el escarabajo asiático de cuernos largos, se propaguen por los bosques de arces. Estas plagas pueden causar daños importantes a los arces.
La pérdida de arces tendría un impacto significativo en el medio ambiente y la economía de Nueva Inglaterra.
* Los arces proporcionan sombra y hábitat para la vida silvestre. También ayudan a limpiar el aire y el agua.
* La industria del jarabe de arce es un importante motor económico en Nueva Inglaterra. En 2018, la industria del jarabe de arce generó unos ingresos estimados en 138 millones de dólares en Nueva Inglaterra.
Para proteger los arces de Nueva Inglaterra, debemos tomar medidas para reducir el cambio climático y mitigar sus efectos.
* Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: Podemos lograrlo conduciendo menos, usando menos energía y cambiando a fuentes de energía renovables.
* Plantar más árboles: Los árboles ayudan a eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y proporcionan sombra y hábitat para la vida silvestre.
* Apoye a la industria del jarabe de arce: Al comprar jarabe de arce a productores locales, podemos ayudar a mantener viable la industria y apoyar a los agricultores que dependen de ella.