"Descubrimos que las emisiones de los árboles pueden ser una fuente importante de aerosoles, que pueden tener una variedad de efectos en la atmósfera", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Joel Thornton, químico atmosférico de la Universidad de Washington. "Estos efectos pueden incluir cambiar la cantidad de luz solar reflejada hacia el espacio, alterar las propiedades de las nubes e influir en la tasa de precipitación".
El estudio se realizó en un bosque del noroeste del Pacífico, donde los investigadores recolectaron muestras de emisiones de árboles y midieron los niveles de contaminantes. Descubrieron que la cantidad de aerosoles producidos variaba según la especie de árbol, así como la concentración de contaminantes en la atmósfera.
"Encontramos que ciertas especies de árboles emitían más compuestos orgánicos que otras", dijo el Dr. Thornton. "Estos compuestos reaccionan con los contaminantes para formar aerosoles, que pueden afectar la formación de nubes y el clima".
Los hallazgos del estudio sugieren que los contaminantes artificiales pueden afectar significativamente la formación de aerosoles en los árboles y los efectos resultantes en la formación de nubes y el clima. Los investigadores dicen que sus hallazgos podrían ayudar a informar políticas futuras para reducir la contaminación del aire y mitigar los impactos del cambio climático.
"Nuestros hallazgos resaltan la importancia de comprender las interacciones entre las emisiones de los árboles y los contaminantes para predecir con precisión cómo responderán los bosques a las condiciones climáticas cambiantes", dijo el Dr. Thornton. "Al reducir la contaminación del aire, podemos ayudar a proteger nuestros bosques y mitigar los impactos del cambio climático".