Algunos de los beneficios específicos del apoyo de los padres que destacó el estudio incluyen:
Mejor rendimiento académico:los estudiantes cuyos padres brindaron apoyo emocional, como aliento y comprensión, y apoyo práctico, como ayuda financiera y vivienda, tenían más probabilidades de obtener calificaciones más altas y mantener un GPA más alto.
Mayor ajuste social:los estudiantes que se sintieron apoyados por sus padres pudieron formar nuevas amistades y sentirse integrados en la comunidad universitaria. También informaron sentirse menos solos y aislados.
Mayor bienestar emocional:el apoyo de los padres se asoció con niveles reducidos de estrés, ansiedad y depresión entre los millennials durante su primer año de universidad. Los estudiantes con padres que los apoyaban también tenían más probabilidades de tener una perspectiva positiva de la vida y niveles más altos de autoestima.
Según el estudio, el apoyo de los padres sirvió como factor protector contra los desafíos que los millennials comúnmente enfrentan durante la universidad, incluidas presiones académicas, dificultades financieras y ansiedades sociales. El estudio también encontró que los efectos positivos del apoyo de los padres se extendieron a los últimos años de la universidad, y los estudiantes que recibieron altos niveles de apoyo de sus padres tenían más probabilidades de persistir en sus estudios y eventualmente graduarse.
Los investigadores detrás del estudio enfatizaron el papel crucial que desempeñan los padres en el apoyo a sus hijos durante esta fase de transición de la vida, destacando la importancia de brindar apoyo tanto emocional como práctico a los millennials mientras enfrentan los desafíos de la vida universitaria. También sugirieron que los colegios y universidades deberían proporcionar recursos y programas para apoyar a los padres y las familias, mejorando así el éxito general y el bienestar de los estudiantes universitarios milenarios.