Es probable que la caída de las emisiones tenga un impacto positivo en la calidad del aire y la salud pública. También podría ayudar a frenar el ritmo del cambio climático. Sin embargo, es importante señalar que es probable que la disminución de las emisiones sea temporal. Una vez que termine la pandemia, se espera que las emisiones repunten.
Para lograr un impacto duradero en el cambio climático, debemos reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y hacer la transición a una economía de energía limpia. Esto requerirá un esfuerzo concertado por parte de gobiernos, empresas e individuos.
Aquí hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles:
* Invertir en fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica.
* Mejorar la eficiencia energética en nuestros hogares y negocios.
* Conduce menos y camina o anda en bicicleta más.
* Coma menos carne y más alimentos de origen vegetal.
Al tomar estas medidas, podemos ayudar a reducir nuestra huella de carbono y mitigar el cambio climático.
Aquí hay un desglose más detallado de las proyecciones de la AIE para las emisiones globales de CO2 en 2020:
* Economías avanzadas: Se espera que las emisiones disminuyan entre un 11% y un 12%. Esto se debe a la fuerte desaceleración económica de estos países.
* Economías emergentes y en desarrollo: Se espera que las emisiones disminuyan entre un 2% y un 4%. Esto se debe a la desaceleración del crecimiento económico en estos países.
* Transporte: Se espera que las emisiones del transporte disminuyan entre un 10% y un 12%. Esto se debe a la disminución de los viajes durante la pandemia.
* Industria: Se espera que las emisiones de la industria disminuyan entre un 5% y un 7%. Esto se debe a la desaceleración de la actividad industrial.
* Poder: Se espera que las emisiones procedentes de la generación de energía disminuyan entre un 3% y un 5%. Esto se debe al cambio a fuentes de energía más limpias, como las renovables.
Las proyecciones de la AIE se basan en una serie de supuestos, incluido el curso de la pandemia de COVID-19 y el ritmo de la recuperación económica. Si la pandemia es más grave o la recuperación económica es más lenta, las emisiones podrían ser mayores de lo previsto. Por el contrario, si la pandemia es menos grave o la recuperación económica es más rápida, entonces las emisiones podrían ser menores.