Propiedades del material:
* Resistencia: Esta es la oposición inherente al flujo de electricidad dentro de un material. Diferentes materiales tienen diferentes niveles de resistencia. Los conductores (como el cobre y la plata) tienen baja resistencia, mientras que los aisladores (como el caucho y el vidrio) tienen alta resistencia.
* Resistividad: Esta es la capacidad intrínseca de un material para resistir la corriente eléctrica. Es una propiedad del material en sí, independiente de su forma o tamaño.
* Temperatura: Para la mayoría de los materiales, la resistencia aumenta con la temperatura. Esto se debe a que los átomos en el material vibran más a temperaturas más altas, lo que dificulta que los electrones fluyan.
Factores geométricos:
* Longitud: Cuanto más largo sea el cable, mayor será la resistencia, ya que los electrones tienen que viajar más lejos.
* Área transversal: Cuanto más grueso sea el cable, menor es la resistencia. Esto se debe a que hay más espacio para que los electrones fluyan.
* forma: La forma de un conductor también puede afectar la resistencia. Por ejemplo, un cable delgado y largo tendrá una mayor resistencia que un cable grueso y corto.
Otros factores:
* impurezas: Las impurezas en un material pueden dispersar electrones y aumentar la resistencia.
* frecuencia: A altas frecuencias, el efecto de la piel puede hacer que la corriente fluya principalmente en la superficie de un conductor, reduciendo efectivamente el área de la sección transversal y aumentando la resistencia.
* campos magnéticos: Un campo magnético cambiante puede inducir corrientes que se oponen al flujo de la corriente original, desacelerándolo.
En resumen, cualquier factor que aumente la dificultad para que los electrones se muevan a través de un material ralentizarán la corriente eléctrica.