Cuando el peróxido de hidrógeno (H2O2) entra en contacto con una llaga, sufre una reacción química. El H2O2 se descompone en agua (H2O) y oxígeno (O2). El oxígeno liberado por el H2O2 ayuda a matar las bacterias y otros microorganismos de la llaga, mientras que el agua ayuda a limpiar la herida. Este proceso, conocido como oxidación, es un cambio químico.