La costra es una cubierta protectora que se forma sobre una herida a medida que sana. Está compuesto por una mezcla de sangre seca, plasma y otros fluidos corporales, así como nuevas células de la piel que crecen para reparar el tejido dañado. La costra actúa como una barrera para proteger la herida de infecciones y ayudarla a sanar.