1. Alta presión parcial en la atmósfera terrestre: La presión parcial del oxígeno en la atmósfera terrestre es de aproximadamente 0,21 atm, suficiente para sustentar la respiración de la mayoría de los organismos vivos. Esta presión parcial se mantiene mediante el equilibrio entre la producción de oxígeno por las plantas a través de la fotosíntesis y el consumo de oxígeno por los animales, microorganismos y otros procesos como la combustión y la descomposición.
2. Solubilidad en agua: El oxígeno es moderadamente soluble en agua, lo que permite que sea transportado en el torrente sanguíneo a las células de todo el cuerpo. La solubilidad del oxígeno en el agua disminuye a medida que aumenta la temperatura, por lo que es importante mantener una temperatura corporal fresca durante la actividad física para asegurar un suministro suficiente de oxígeno a los músculos.
3. Baja reactividad: El oxígeno es un gas relativamente no reactivo, lo que lo hace seguro para respirar. No reacciona con la mayoría de moléculas biológicas en condiciones fisiológicas, lo que le permite llegar a los pulmones y ser transportado a las células sin causar daños.
4. Papel en la respiración celular: El oxígeno es un componente crítico de la respiración celular, el proceso mediante el cual las células generan energía a partir de compuestos orgánicos como la glucosa. Durante la respiración celular, el oxígeno se utiliza para descomponer la glucosa y producir dióxido de carbono y agua como productos de desecho. Este proceso proporciona energía en forma de moléculas de trifosfato de adenosina (ATP), que son esenciales para la función celular.
5. Apoyo a los procesos metabólicos: El oxígeno también participa en otros procesos metabólicos, como la síntesis de lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Desempeña un papel en las reacciones de desintoxicación, la producción de hormonas y las respuestas inmunes.
6. Transporte por hemoglobina: En los seres humanos y en muchos otros animales, el oxígeno se transporta desde los pulmones a los tejidos del cuerpo mediante una proteína llamada hemoglobina, que se encuentra en los glóbulos rojos. La hemoglobina tiene una alta afinidad por el oxígeno, lo que le permite unirse y transportar moléculas de oxígeno de manera eficiente a través del torrente sanguíneo.
En general, la combinación de la alta presión parcial del oxígeno en la atmósfera, su solubilidad en agua, su baja reactividad, su participación en la respiración celular y los procesos metabólicos y el transporte por hemoglobina lo hace muy adecuado para respirar y sustentar la vida en la Tierra.