Los compuestos iónicos pueden formar cristales líquidos si tienen la estructura molecular adecuada. Por ejemplo, algunos compuestos iónicos con moléculas largas en forma de varillas pueden formar cristales líquidos. Estos compuestos suelen estar compuestos por un ion cargado positivamente y un ion cargado negativamente que se mantienen unidos por fuerzas electrostáticas. Las largas moléculas en forma de varilla pueden alinearse de una manera específica para crear una fase de cristal líquido.
La capacidad de un compuesto iónico para formar un cristal líquido depende de varios factores, incluido el tamaño y la forma de las moléculas, la intensidad de las fuerzas electrostáticas entre los iones y la temperatura. Algunos compuestos iónicos sólo pueden formar cristales líquidos a temperaturas muy altas, mientras que otros pueden formar cristales líquidos a temperatura ambiente.
Los cristales líquidos tienen una serie de propiedades interesantes que los hacen útiles para una variedad de aplicaciones. Por ejemplo, los cristales líquidos se utilizan en pantallas de dispositivos electrónicos, como televisores y monitores de ordenador. También se utilizan en interruptores ópticos y otros dispositivos ópticos.