Un equipo de investigadores dirigido por el Laboratorio Nacional de Los Álamos del Departamento de Energía y que incluye científicos de la Universidad de California, Davis y la Universidad de Oklahoma ha desarrollado un modelo informático que simula el proceso de formación y disociación de hidratos de metano en sedimentos marinos y permafrost. Los investigadores utilizaron el modelo para examinar los efectos de diversas condiciones ambientales sobre la formación de hidratos de metano, como la temperatura, la presión y la disponibilidad de metano y agua.
Los resultados del modelo sugieren que se pueden formar grandes depósitos de hidrato de metano cuando los fluidos ricos en metano migran hacia arriba a través de sedimentos marinos o permafrost y encuentran zonas donde la temperatura y la presión son favorables para la formación de hidratos. Los fluidos se enfrían a medida que ascienden, lo que hace que el metano se vuelva menos soluble en agua. A medida que el metano se vuelve menos soluble, forma burbujas que se elevan a través del sedimento o permafrost. Cuando estas burbujas alcanzan una zona donde la temperatura y la presión son lo suficientemente altas, se fusionan y forman cristales de hidrato.
Los investigadores descubrieron que el tamaño de los depósitos de hidratos está controlado por la velocidad a la que los fluidos ricos en metano migran a través del sedimento o el permafrost. Si los fluidos migran demasiado lentamente, el metano tendrá tiempo de volver a disolverse en el agua antes de llegar a la zona donde se pueden formar hidratos. Si los fluidos migran demasiado rápido, las burbujas serán demasiado pequeñas para fusionarse y formar cristales de hidrato.
Los resultados del modelo proporcionan nuevos conocimientos sobre los procesos que forman grandes depósitos de hidrato de metano y podrían ayudar a los científicos a identificar objetivos potenciales para la producción de energía en el futuro.
La investigación se describe en un artículo publicado en la revista Geophysical Research Letters y fue financiada por la Oficina de Ciencias Energéticas Básicas del Departamento de Energía.