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    El cambio climático dará lugar a cambios abruptos en los ecosistemas de las tierras secas, estudio advierte

    Crédito:Juan José Gaitán, INTA (Argentina

    Las tierras secas cubren aproximadamente el 41% de la superficie terrestre de la Tierra y albergan a uno de cada tres humanos que habitan nuestro planeta. En estas áreas, la vida está muy influenciada por la aridez, es decir, el equilibrio entre la cantidad de agua de lluvia y el agua perdida por evaporación. En este sentido, La aridez está aumentando en todo el mundo como resultado del cambio climático. Un estudio realizado por el Dryland Ecology and Global Change Lab de la Universidad de Alicante (UA) liderado por Fernando T.Maestre y publicado en Ciencias reveló por primera vez que a medida que aumenta la aridez, Los ecosistemas de tierras secas del planeta sufren una serie de cambios abruptos.

    "En el estudio encontramos que numerosas características del ecosistema tenían una respuesta no lineal a pequeños aumentos de aridez. Esto significa que hay niveles en los que más rápido, a veces incluso se producen cambios bruscos como resultado de aumentos relativamente pequeños de la aridez. Por lo tanto, se puede decir que, cuando se cruzan ciertos umbrales de aridez, el ecosistema sufre cambios desproporcionados y se vuelve aún más árido, "Santiago Soliveres, Investigador Ramón y Cajal de la UA y coautor del estudio, explica.

    Tres fases de cambio

    Los investigadores identificaron tres fases de cambio. Primero, cuando los niveles de aridez cruzan valores de alrededor de 0,54, "el ecosistema se ve limitado por la falta de agua. La vegetación cambia y queda dominada por especies adaptadas a la sequía, como hierbas y arbustos, como ya ocurre en muchas zonas de la Península Ibérica, "Dice el investigador de la UA Fernando T. Maestre.

    Crédito:Universidad de Alicante

    Después de estos cambios de vegetación iniciales, cuando los valores de aridez superan 0,7, el suelo se vuelve mucho menos fértil. Pierde su estructura y se vuelve más vulnerable a la erosión. Es más, los organismos del suelo que desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de los nutrientes del suelo se ven radicalmente afectados, con una presencia dominante de patógenos a expensas de organismos más beneficiosos.

    Finalmente, más allá de los valores de aridez de 0,8, Se produce una abrupta pérdida de diversidad y cobertura vegetal. "Una vez que se cruza este umbral, el déficit de agua es tal que las plantas no pueden prosperar en estas condiciones. La actividad biológica se reduce drásticamente y la vida se ve condicionada por las ventanas de oportunidad que ocurren durante los eventos de lluvia poco frecuentes. El ecosistema se ha convertido en un desierto, "según Maestre.

    20% de las tierras del mundo afectadas por 2100

    Según las previsiones climáticas, más del 20% de las tierras emergidas del planeta pueden cruzar uno o varios de los umbrales de aridez identificados en este estudio para el 2100. "La vida no desaparecerá, pero nuestros hallazgos sugieren que estos ecosistemas pueden experimentar cambios abruptos que reducirán su capacidad para brindar servicios ecosistémicos a más de 2 mil millones de personas, como la fertilidad del suelo y la producción de biomasa, "dice Miguel Berdugo, el autor principal del estudio e investigador del Laboratorio de Ecología de Tierras Secas y Cambio Global de la UA hasta enero de 2020.

    Minimizar las consecuencias negativas

    Los hallazgos de este estudio son de gran relevancia para comprender los impactos del cambio climático en los ecosistemas de tierras secas, ya que podrían ayudar a establecer acciones de mitigación. "Si bien no detendremos el cambio climático, Creo que aún podemos minimizar sus consecuencias negativas en estos ecosistemas, que son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, ", dice Maestre." Al proporcionar información sobre cómo la vegetación y las propiedades del suelo cambian a medida que aumenta la aridez, y mapeando las áreas más sensibles a tales aumentos, nuestros resultados se pueden utilizar para optimizar los esfuerzos de seguimiento y restauración, preservar la biodiversidad y evitar la desertificación de estos ecosistemas, ", añade. Ricard Solé, un coautor del estudio, Investigador ICREA en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE, UPF-CSIC) y profesor de la Universidad Pompeu Fabra, espera que "este estudio ayude a desarrollar posibles escenarios de intervención que pueden incluir el uso de biología sintética para modificar ecosistemas en riesgo". Esta "terraformación" de los ecosistemas forma parte de la colaboración permanente entre la UPF y la Universidad de Alicante.


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