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    El notable chorro del quásar 4C + 19,44

    Una imagen de rayos X de Chandra del quásar 3C19.44. Los contornos superpuestos muestran la emisión de radio (la dimensión 100kpc corresponde a 329, 000 años luz; el núcleo extremadamente brillante produce una línea de píxeles brillantes como un artefacto). Crédito:NASA / Chandra VLA y Harris et al.

    Los quásares son galaxias con enormes agujeros negros en sus núcleos. Se irradia tanta energía desde cerca del núcleo de un quásar que es mucho más brillante que el resto de toda la galaxia. Gran parte de esa radiación se encuentra en longitudes de onda de radio, producido por electrones expulsados ​​del núcleo a velocidades muy cercanas a la de la luz, a menudo en estrecho, chorros bipolares que tienen cientos de miles de años luz de largo. Las partículas cargadas de rápido movimiento también pueden dispersar fotones de luz, elevándolos en energía al rango de rayos X. Incluso después de más de dos décadas de estudio, sin embargo, Todavía no hay una conclusión clara sobre el mecanismo físico realmente responsable de la emisión de rayos X. En cuásares más poderosos, parece que domina este proceso de dispersión. En jets de menor potencia, sin embargo, las características de emisión sugieren que la emisión de rayos X está dominada por efectos de campo magnético, no esparciendo.

    El autor principal de un nuevo artículo sobre el notable chorro en el quásar 4C + 19.44 es el astrónomo de CfA Dan Harris, quien muy tristemente falleció en diciembre, 2015, después de una larga y productiva carrera. Sus compañeros de equipo de CfA en este proyecto, Dan Schwartz con Nicholas Lee y Aneta Siemiginowska, trabajó para terminar la investigación junto con un equipo internacional de colegas. Los científicos llevaron a cabo un detallado estudio de alta resolución espacial de la recta, Jet de trescientos mil años luz de largo en este quásar usando datos de longitudes de onda múltiples del Chandra (rayos X), Spitzer (infrarrojos), y observatorios espaciales Hubble (ópticos), así como del Very Large Array (radio).

    La combinación de observaciones de múltiples longitudes de onda con alta resolución espacial permitió al equipo medir las características de la emisión de forma sistemática en diez nudos distintos a lo largo de los chorros. Encuentran que tanto la fuerza del campo magnético como las velocidades de las partículas son (notablemente) bastante constantes a lo largo de la longitud de este chorro, al menos cuando se supone que domina el proceso de dispersión. Pero los científicos no pueden excluir que los efectos magnéticos produzcan parte de la emisión de rayos X. Ellos concluyen sin embargo, que para que el proceso magnético esté activo, cualquier electrón que contribuya a él debe pertenecer a una población separada que sea distinta de los electrones que dominan la dispersión.


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